Una forma simpática, práctica y concreta para recordar los valores que hacen posible un clima positivo en el trabajo. ¡Descúbrelo!
"¡Constrúyelo!, ¡Léelo!, ¡Vívelo!, ¡Compártelo!, ¡Experiméntalo!", es el reto que lanza este dado creado por el empresario de Economía de Comunión estadounidense, Jonh Mundell, siguiendo el modelo del Dado del amor, que lanzó Chiara Lubich para ayudar a los más jóvenes a vivir de una forma concreta la cultura del dar.
¡Ya hay 81 empresas, 139 personas de 38 países que se han adherido!
Se trata de una nueva estrategia cooperativa para lograr el éxito empresarial. Su objetivo es transformar ambientes de trabajo y traer cambio social a través de acciones y toma de decisiones diarias que se centran alrededor del bienestar de todos.
Puedes hacerte con el tuyo en la página web thecompanycube.org. Para entrar en esta red mundial, basta con inscribirse, descargar el diseño del dado que más te convezca, imprimirlo y lanzarlo cada día. Y es que el Dado de la empresa propone a empresarios y trabajadores vivir durante el día la cara del dado que salga. En sus seis caras hay seis retos que vividos de forma recíproca ayudan a crear un nuevo ambiente de trabajo y generan un compromiso nuevo en aquellos que entran en el juego.
Las seis caras
- Construya relaciones cada día
- Sea el primer en ayudar a los demás
- ¡Competidores, pueden ser amigos también!
- Valore cada persona, cada idea
- Comparta experiencia, tiempo y sí mismo
- Apoye con acciones, no sólo palabras
Experiencias concretas
La gracia es vivirlo de una forma concreta. En la página web se pueden encontrar cientos de experiencias de personas de todo el mundo que comparten los resultados del dado, tejiendo una red que crece cada día y que también ha llegado a España.
Por ejemplo, el empresario de EdC catalán, Carlos Fernández Tadeo, cuenta una experiencia reciente: "Ayer me salió en el dado: "Ser el primero en ayudar a los demás". Una persona de la oficina me llama y me dice: ¿Puedes venir a ayudarme? Pero, ¿estás dispuesto a perder toda la mañana? Tenía algún problema desconocido en el ordenador. Vamos, ¡como si yo no tuviera otra cosa que hacer! En décimas de segundo me hice el planteamiento del dado y me puse a su disposición. Me explicó qué es lo que pasaba, lo que había estado haciendo antes en el ordenador y me senté delante del trasto. Después de hacer un par de comprobaciones, intuí cuál era el problema, pero no conocía la respuesta. Entonces probé a lanzar una pregunta en la ayuda del programa para ver si había respuesta conocida ¡y me dio la solución con pelos y señales! En menos de 5 minutos estaba todo solucionado".
Son acciones pequeñas, pero muy concretas y valiosas que contribuyen a crear una nueva cultura, la cultura del dar, en la que se basa el proyecto de la Economía de Comunión.
Todos, empresarios, directivos, trabajadores, estudiantes, familias, asociaciones,... pueden jugar. Así pues, ¡anímate! Esta revolución puede empezar también a tu alrededor.