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Jovénes, empresarios, trabajadores...UN PROYECTO PARA TODOS
Basado en la CULTURA DEL DAR
Una ECONOMÍA que pone en el CENTRO A LA PERSONA
Un modelo HUMANO, SOLIDARIO Y SOSTENIBLE
 
X Escuela de empresarios de Economía de Comunión
Bajo el lema "La empresa, espacio de fraternidad" se reunieron en Madrid unas 50 personas: empresarios, profesores y jóvenes para profundizar en las raíces de la Economía de Comunión. Una escuela que conquistó a todos.

"Estoy como un súper enamorado. Gracias por estos días espectaculares", comentaba José Acevedo, empresario de EdC de Barcelona. "Comprobar que la cultura del dar es una auténtica vocación que nos lleva a Dios me llena de confianza", decía Manuel Sánchez, profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena. Mientras que Gregorio, padre e hijo, empresarios extremeños que participaban por primera vez, aseguraban que la Economía de Comunión era el camino que siempre habían buscado y del que ya han comenzado a formar parte.

Son algunas de las impresiones de los asistentes a esta Escuela. Una escuela muy vivencial, llena de experiencias concretas de empresarios como Enrique Pacheco, Josep Mª Amorós, Jesús Laso,... A través de diversos ejemplos explicaron cómo se relacionan con los clientes, los trabajadores o los competidores. Unas relaciones que se basan en la cultura del dar, en la confianza que genera reciprocidad.

Enrique Pacheco, por ejemplo, contó cómo escucha lo que quiere el cliente para entender si sus servicios son los que de verdad necesita, huyendo del vender "a toda costa". Jesús Laso, explicó cómo ha sido capaz de superar una caída del 40% de su facturación sin tener que despedir a nadie. Es más, viendo entre todos dónde ahorrar gastos y habiendo hecho en el pasado una gestión prudente de las ganancias, han conseguido incluso contratar a una persona más. Un camino no exento de dificultades, pero vivido con otra lógica, la de la fraternidad y de la cultura del dar.

Porque como comentaban los empresarios veteranos de la EdC, "ninguno estamos aquí para enriquecernos, sino porque sentimos la vocación de generar trabajo, contribuir a reducir la pobreza en el mundo y ayudar a que otras personas se formen en esta nueva cultura económica".

Pero además de empresarios, en la escuela participaron profesores de universidad e institutos que mostraron su intención de crear nuevas líneas de trabajo para introducir esta lógica del dar en la educación. O jóvenes de Sevilla, Barcelona o Zaragoza que manifestaron su intención de darle continuidad a este modelo económico.

En resumen, dos días intensos e ilusionantes que se cerraron con la promesa de realizar más encuentros y mantener viva la comunión entre todos.