Fue el tema central de la mesa redonda a la que fue invitada la EdC dentro de las Jornadas Nacionales de Justicia y Paz. Elena Bravo, directora de La Miniera, intervino en estas jornadas que se celebraron en Sevilla el 7 y 8 de marzo.
Las Jornadas Nacionales de Justicia y Paz, celebradas en el Palacio arzobispal de Sevilla, se centraban en La dignidad del trabajo. La mesa redonda tuvo lugar el sábado por la tarde y asistieron unas 80 personas.
A la mesa redonda estaban invitadas, además de la empresaria de EdC, Elena Bravo, la Fundación Cardenal Spínola de lucha contra el paro, Rueda Solidaria de puesta en común y el Proyecto ONNA, de ayuda a mujeres de la calle.
En ella, Elena Bravo presentó cómo nace la EdC, la propuesta, la novedad, la difusión, los tipos de empresas y cómo se han utilizado los beneficios compartidos a nivel mundial el año pasado. Después algunas de las líneas guía de un empresario de Economía de Comunión, poniendo de relieve la comunión como valor fundamental y con experiencias concretas de La Miniera.
Experiencias concretas
"Conté, por ejemplo, cómo hemos afrontado la crisis este año. El objetivo ha sido mantener los puestos de trabajo, lo hemos hablado con los trabajadores y hemos mirado otros caminos para mantener las plazas sin despidos. Y, ¡al final lo hemos conseguido! -exclama Elena-. A pesar de estas dificultades, hemos mantenido la calidad del servicio, sin reducir personal".
Interpelado por un animado turno de preguntas, Elena Bravo también explicó una de las últimas experiencias: "Íbamos a perder un usuario y ya estábamos al límite, no remontábamos. Se trataba de una plaza concertada. El gerente, José Joaquín, me decía: ¡Ay madre, qué hacemos!
Nosotros siempre decimos que tenemos un "socio oculto" y ese día en el que se nos acababa el plazo, sentí que nos llegaría el traslado de una persona que llevábamos tres meses esperando... Y a las 13 horas, la trabajadora social nos llamó para darnos el traslado, no adjudicaban una plaza desde hacía dos años. Pero me quedé con la sensación de que nosotros recibíamos esa plaza y otro centro se quedaba sin una persona... A los dos días, me llaman de esa otra unidad de estancia diurna: nada más dar de baja a esta persona, recibieron otro traslado por urgencia social", explicó Elena. Ante situaciones así que se repiten con frecuencia en La Miniera, Elena asegura que no puede pensar que son puras casualidades.
Estas experiencias y la novedad de la Economía de Comunión despertaron entre los asistentes mucho interés y ganas de conocer mejor esta nueva propuesta de acción económica que pone en el centro a la persona.