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Jovénes, empresarios, trabajadores...UN PROYECTO PARA TODOS
Basado en la CULTURA DEL DAR
Una ECONOMÍA que pone en el CENTRO A LA PERSONA
Un modelo HUMANO, SOLIDARIO Y SOSTENIBLE
 
"La productividad basada en modelos éticos y de inteligencia emocional en las pymes del sector de la tecnología de la información y comunicación (TIC) en Madrid. El paradigma de la EdC como filosofía de cambio".
Es la tesis presentada por Carlos del Val Merino, Doctor en Inteligencia Emocional por la Universidad de Málaga,  que conocemos mejor de su propia mano.
 En la tesis analizas cómo mejoran la gestión y los resultados de las empresas (sector TIC) cuando se introducen elementos éticos y de inteligencia emocional. ¿La diferencia es grande? Los resultados obtenidos en este sector concreto de importancia estratégica para el crecimiento de cualquier país demuestran que hay una relación significativa entre comportamientos éticos de las personas que inciden en la mejora de su productividad y en el modo en que afrontan sus tareas. Es ahora misión de las propias empresas el encaminar esos valores para potenciarse y obtener mejores resultados.

Se oye mucho hablar de la inteligencia emocional, pero ¿sabemos realmente qué es y se pone en práctica en las empresas españolas? La IE emocional está de "moda", pero es cierto que aun hoy en día es difícil que se apliquen correctamente estas técnicas en el entorno empresarial español. Hay muchos cursos de coaching, trabajo en equipo, manejo del estrés, etc., pero nos olvidamos de técnicas más complejas que tienen que ver más con el conocimiento de las propias emociones, de las de los demás y de cómo manejarlas para la consecución de nuestros objetivos.

¿De qué manera la EdC puede ser palanca para lograr cambios positivos en el desarrollo humano y profesional de los trabajadores de una empresa? Después de analizar la EdC en la Universidad de Sophia y en el polo empresarial Lionello, vi este modelo como una filosofía perfectamente aplicable a todo tipo de empresas. Los casos de éxito deben servir como ejemplo "evangelizador" donde se demuestra que es compatible el binomio ética-productividad y donde la cultura del "dar", "compartir" es a medio/largo plazo más rentable en todos los sentidos que las culturas basadas en el individualismo y en el "tener".

Entre otras cosas, afirmas que la crisis ha puesto en evidencia la necesidad de cambios no sólo en la estructura, sino en el planteamiento filosófico de las empresas. ¿Cuáles serían los elementos imprescindibles que deberíamos (empresa y trabajadores) tener en cuenta? Esta crisis no sólo económica, sino sobre todo de valores ha puesto en tela de juicio la eficacia de los modelos empresariales vigentes. Debemos ser conscientes de que sin cambio, no hay posibilidad de mejora. El cambio es un riesgo, y el apostar (especialmente por parte de los empresarios) por modelos más éticos se hace cada vez más necesario. Como trabajadores debemos estar "abiertos" a estas nuevas posibilidades siendo conscientes de que el bien común será siempre de mayor suma que el bien individual.

¿Por qué decidiste hacer la tesis sobre este tema? Mi experiencia profesional en el sector TIC durante más de 16 años me ha mostrado hasta qué grado estamos dispuestos a actuar para lograr nuestros fines egoístas, materialistas e individualistas. Este modelo no puede ser sostenible durante mucho tiempo.

¿Cuánto tiempo te ha llevado y qué ha supuesto para ti a nivel personal? He invertido 5 años en la elaboración de mi tesis y espero que aporte un grano más de arena a este proceso de cambio cada vez más necesario. Me ha servido para profundizar y entender con mayor claridad  filosofías empresariales alternativas como la EdC, diferentes a los arquetipos tradicionales.

¿Cómo ves a los empresarios y trabajadores del futuro? Deseo ver entornos de trabajo flexibles, agradables, donde los trabajadores y empresarios de verdad trabajen en un modelo de comunión y donde la mera satisfacción de trabajar no sólo para el bien personal (sustento económico), sino sobre todo para el grupal sean una recompensa y una motivación. Suena a utopía, pero creo que no estamos tan lejos de esa realidad. La EdC y modelos similares juegan un papel importantísimo en este proceso de trasformación.

 

Carlos del Val Merino. Licenciado en Informática por la Universidad de Deusto, becado por la Universidad Van Amsterdam (1995), master en Dirección Comercial y Marketing por la Universidad del País Vasco (2000), master en Dirección y Administración de Empresas por Instituto de Empresa (2002), titulado superior en Dirección de Comercio Internacional por la Cámara Comercio de Madrid (2004).  Doctorado en Inteligencia Emocional en la Universidad de Málaga. Durante más de 14 años de experiencia laboral en empresas multinacionales, (Andersen Consulting, Ercisson, BT�) se ha especializado en el ámbito de la difusión y comercialización de productos y servicios. Ha ocupado puestos de responsabilidad en PYMES del sector de las TIC. Actualmente, es técnico de la Dirección de Gestión Comercial del Instituto Cervantes.