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El profesor de la Universidad de Bolonia, D. Stefano Zamagni visitó Madrid el miércoles 6 de noviembre de 2013, invitado por la Universidad Rey Juan Carlos y la Pontificia de Comillas ICAI-ICADE. 
Impartió la conferencia: “Un nuevo enfoque para la responsabilidad social de las empresas: hacia una responsabilidad ciudadana”.

Por Enrique Pacheco

La conferencia
Comenzó dándole la bienvenida el rector, D. Julio Luis Martínez, haciendo gala de una profunda amistad con el profesor Zamagni, con quien había coincidido recientemente en la entrega del premio del concurso “Economía y Sociedad”, otorgado a ambos por la Fundación Centesimus Annus.

A continuación, D. José Luis Fernández, director de la Cátedra de Ética Económica y Empresarial, hizo una breve presentación del profesor italiano, alabando su última obra publicada en España, Por una ecomomía del bien común.

El bien común y los bienes relaciones

En su conferencia, el Profesor de Economía Política, Stefano Zamagni, comenzó puntualizando el concepto de “bien” y definiendo el bien común y los bienes relacionales. Centrándose en las respuestas que la economía de mercado trata de dar a los problemas de la distribución de la riqueza en particular y de la economía en general, proponía la economía civil de mercado como respuesta a estos y, sobre todo, a la búsqueda de la felicidad humana, que no logra satisfacer el neoliberalismo.

De una forma clara y amena mostró cómo, aunque el PIB es usado generalmente para indicar el progreso y la riqueza de las naciones, es completamente ineficaz como indicador del grado de la felicidad, que es lo que el ser humano busca en realidad. Esta solo se logrará cuando demos prioridad al bien común frente al bien total; a la reciprocidad frente al intercambio; a los bienes comunes y relacionales frente a los privados y públicos.

La búsqueda de la feclicidad

En esta legítima búsqueda de la felicidad, citó a Aristóteles “Para ser feliz no se puede estar solo” y a eso invitó, durante el turno de intercambio de opiniones con el que concluyó la conferencia. A un estudiante que le preguntó cómo podían influir los jóvenes en el cambio que la sociedad demanda ante la crisis actual le dijo: “Estudiad. Estudiad mucho y estudiad bien. Y no viváis solos: huid del individualismo y buscad la amistad verdadera, olvidándoos de la competitividad”.

Los asistentes destacaban el respiro y la esperanza que la exposición había producido en todos.