Ya está disponible la Memoria 2013-2014 de la Economía de Comunión a nivel mundial. En ella se explican, entre otras cosas, cuáles han sido las ganancias compartidas por los empresarios de EdC y las aportaciones personales y adónde se han destinado. España aporta más de 35.000 euros.
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Los beneficios compartidos por las empresas y las donaciones personales canalizadas por la Economía de Comunión han superado los 1.300.000 euros, un importe cercano al del año anterior, a pesar de que la crisis está creando dificultades en las economías de los países que están en mejores condiciones que otros para poner bienes en común.
España ha aportado un total de 35.561 euros, de los que más de 19.000 han provenido de los de beneficios de las empresas y 16.357 de aportaciones personales.
2.000 familias ayudadas
El número de familias que han recibido ayuda, unas 2.000, prácticamente no ha variado, mientras que se ha reducido un poco la financiación de actividades productivas, por la dificultad encontrada en varios países a la hora de elaborar proyectos empresariales sostenibles.
Para solventar esta dificultad el próximo año se va a apoyar de forma experimental con financiación a algunas asociaciones locales de empresarios y sostenedores de la EdC para lograr el desarrollo de proyectos empresariales válidos para la creación de puestos de trabajo para los necesitados. Por su parte, las asociaciones se comprometerán a que los proyectos se realicen y alcancen el equilibrio económico.
Ayudas a la formación
La formación sigue siendo uno de los pilares más importantes de la Economía de Comunión. Muchos jóvenes empresarios y estudiosos han recibido apoyo financiero gracias al empleo de recursos empresariales y aportaciones privadas.
Para los jóvenes, a lo largo del año se han realizado escuelas en México, Francia y Croacia, con la participación en total de 150 jóvenes empresarios y estudiosos, de más de 60 naciones. Para la mitad de ellos, este era su primer contacto directo con la EdC. Este año se concederán también "becas de estudio" para que puedan acudir a estas escuelas jóvenes que de otra manera no tendrían recursos para participar.
Y desde el punto de vista cultural, se confirma la financiación del Instituto Universitario Sophia, de Loppiano (Italia), al que la Economía de Comunión considera una punta de diamante para la formación de personas que en el futuro llevarán a sus naciones, por todo el mundo, un modo económico, político y social de actuar inspirado en la “cultura del dar”.
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